Hubo un tiempo, no demasiado lejano, en el que los niños podíamos jugar en la calle sin miedo a que nos atropellara un coche. Era una época en la que estar en la calle con tus amigos era tu forma de vida y lo peor que podía pasarte, es que te castigaran sin ese privilegio por alguna travesura sin importancia.
Muchas de esas horas volaban con juegos como el trompo, las canicas, el yoyo, la vuelta Colombia, las golosas, el pise, etc. Juegos que a lo largo de las generaciones se han conservado como un sentir propio de nuestra cultura; y que recogen sentimientos que posibilitan la identificación de niños, jóvenes y adultos en un mundo fantástico, un mundo que a causa de los grandes avances tecnológicos ha desaparecido para nuestros niños y jóvenes.
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Trazado “vuelta a colombia”. Calle peatonal, Jardín 2011 |
Después de participar en los Laboratorios de formación en Artes Visuales que la Gobernación de Antioquia, la Secretaría de Educación departamental y su Dirección de Fomento a la Cultura dirigieron entre los años 2008-2011, ejecutados por la Fundación Universitaria Bellas Artes. Que para el caso de la región del suroeste se desarrolló inicialmente en el municipio de Amagá y luego en el municipio de Andes, diferentes artistas, docentes de educación artística y gestores culturales, participamos en este proceso donde se trabajaron aspectos como técnicas pictóricas, fotografía, figura humana; pero sobre todo se hizo énfasis en la importancia de recuperar la identidad nacional, regional y local, investigando diferentes circunstancias y aspectos del patrimonio cultural. Por eso hemos querido resaltar en este trabajo la importancia de rescatar algunos de estos juegos callejeros que de una u otra manera han hecho parte de nuestro desarrollo como personas, y tratar de concientizar a las nuevas generaciones para no dejar atrás nuestras raíces.
Es evidente que en el mundo contemporáneo los juegos y lúdicas que impliquen movimiento corporal, acercarse afectivamente a las cosas sencillas y positivas, como a la naturaleza, la familia, la solidaridad, entre otros aspectos; todos ellos se han alejado los jóvenes ante la irrupción de tecnologías como los videojuegos, los chat, la internet, el facebook y otras expresiones que individualizan y encierran a los jóvenes y limitan en gran parte su capacidad de contacto directo con sus amigos u otras personas.
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Juegos tradicionales, Escuela Moisés Peláez. Jardín (tomado de video) |
Debe señalarse el aporte de niños y jóvenes que de manera concertada dibujaron y pintaron los diferentes esquemas involucrándose con sus visiones particulares y sus conocimientos específicos aprendidos en las clases de educación artística.
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Rediseño de “golosa”. Espacio público, Jardín 2011 |
También se trabajó de manera especial la “vuelta a Colombia” y su incidencia en el conocimiento geográfico del país, al tiempo que posibilitó la ejecución sobre el piso de dibujos de buena factura.
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Juegos tradicionales, Escuela Moisés Peláez. Jardín 2010 |
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Grafías en juegos tradicionales, Kinder Caperucita Roja Jardín 2010 |
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Iconografía de juegos tradicionales en espacio público. Jardín 2011 |
El proyecto, que representa unos mínimos costos, requiriendo tan solo de unos espacios físicos como el patio del colegio, de unas tizas, piedras y tierra, se desarrolló inicialmente en dos instituciones educativas del municipio de jardín durante el año 2010. Utilizando pintura, los gráficos del juego permitieron mayor durabilidad lo que ha propiciado que la propuesta se vuelva cotidiana y hasta el día de hoy se siga desarrollando de manera esporádica pero vivencial. Paralelamente a la golosa también se trabajan otros juegos tradicionales, particularmente con los niños de la educación primaria, y los primeros años de la secundaria.
EXCELENTE M GUST MUCHO Y NUNK HABIA VISTO ALGO ASI TAN LIND CM EST...
ResponderEliminarGuevas!
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